01 diciembre 2014

Noticias sin nada nuevo

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En su obra Los elementos del periodismo, Bill Kovach y Tom Rosenstiel señalan como punto de partida "que el propósito del periodismo consiste en proporcionar al ciudadano la información que necesita para ser libre y capaz de gobernarse a sí mismo". Así, una noticia sería tanto más importante cuanto necesaria para este fin, aunque nada más fácil que ver la atención que medios y público conceden a acontecimientos que de ninguna manera encajan en esta definición, sea una victoria deportiva o la muerte de una anciana aristócrata.
Al menos en estos casos se puede justificar que se proporciona a los ciudadanos una información que necesitan para otros fines, porque llegando al extremo nos encontramos con que se trata como noticias ímportantísimas acontecimientos de contenido tan mínimo que ni tienen  lo que se supone que es la esencia de la noticia: la novedad.

Dos ejemplos de pseudonoticiones
Los hechos que se repiten periódicamente y de forma igual se tratan como noticia si son relevantes socialmente, pese a que se agotan en su misma enunciación. Es el caso del inicio de las rebajas o de la vendimia y muy especialmente de algunas fiestas.

Por ejemplo, ni una sola persona entre el público natural del periódico Heraldo de Aragón ignora que el 12 de octubre se celebra la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar y cada día 13, el diario lo cuenta con gran despliegue. Esta galería con las portadas de doce años consecutivos demuestra que el acontecimiento es siempre lo mismo. En cuatro ocasiones se repite el titular de "Ofrenda multitudinaria" (adjetivo que aún se usa una quinta vez), otras tres veces se dice que se han llevado "flores a la Virgen" y los dos años en que se el tiempo supuso una variación se optó por titular "Fervor bajo la lluvia".

El contar como noticia lo que ya se sabe es también característico en la información del tiempo en televisión cuando salta de la sección propia a titulares, no para informar de sucesos como riadas o granizadas, sino del frío y calor dentro de los parámetros normales. El videoblog Reflexiones de repronto lo muestra con magistral ironía en este capítulo.

El vídeo muestra el sumario del telediario de TVE del 11 de enero de 2010, comentando que había nevado de forma generalizada y mostrando lo que los ciudadanos podían ver por sus ventanas: calles nevadas. Las
frases de la locutora no aportan ningún dato: ni cuánta nieve ha caído, ni incidencias concretas (se habla vagamente de cancelaciones de vuelos y colegios cerrados), ni lugares. En su lugar se oye a ciudadanos decir que hay nieve o se señalan 'datazos' como que la nieve "se retira con palas".

Criterios de noticiabilidad
¿Encajan estos despliegues dentro de alguno de los criterios de noticiabilidad que se citan normalmente? Como muestra de estos, repasemos la lista de valores-noticia según los efectos del acontecimiento sobre la sociedad que presenta Stella Martini en su ensayo Periodismo, noticia y noticiabilidad. Claramente, en estos ejemplos no se dan los tres valores citados en primer lugar:
-Novedad.
-Originalidad, imprevisibilidad e ineditismo.
-Evolución futura de los acontecimientos.
Pero sí, los otros cinco que completan la lista
-Importancia y gravedad. Ya que como explica la autora se mide la "incidencia sobre la vida de la sociedad, en términos presentes o futuros, y en términos relativos de conmoción".
-Proximidad geográfica. "Las imágenes golpean por el reconocimiento posible".
-Magnitud por la cantidad de personas o lugares implicados.
-jerarquía de los personajes implicados. "También adquieren valor de noticiabilidad los hechos protagonizados por personajes comunes, que pueden referir a colectivos o grupos cercanos al interés o la simpatía del público".
-Inclusión de desplazamientos. "Resulta significativa, tanto si son conjuntos de personas (una manifestación, una procesión religiosa) o individuos públicos reconocidos".

Valores sin tratamiento informativo
En suma, se trata de acontecimientos en los que el público se siente directamente partícipe, o protagonista o involucrado afectivamente. Importan no como noticias, sino porque reflejan una visión del mundo y el papel de los medios al abordar estos temas no es contar novedades, sino reafirmar una serie de ideas y valores. Es el caso extremo de que en un medio dedique más o menos espacio en función de su orientación, por ejemplo, a la información religiosa: un caso de los medios de información como vehículos ideológicos que pasa más desapercibido porque hablan de ideas que casi nadie discute, ideas como que nuestras fiestas locales son muy bonitas o que la rutina debe mantenerse hasta en lo climatológico.
Naturalmente si mantener posturas ideológicas es lícito en un medio de comunicación, más justificable es que tengan presencia estos acontecimientos, que desde otro punto de vista tienen cualidades atractivas para su tratamiento informativo al margen de su posible interés. Valores como comprensibilidad, credibilidad y periodicidad. Son también hechos previstos y organizados, lo que facilita su tratamiento, con imágenes vistosas y, finalmente, con un desarrollo temporal claro y no muy dilatado en el tiempo.
El problema surge cuando por la suma de estas dos circunstancias se claudica del trabajo periodístico. Cuando se opta por la vía más comoda de repetir el titular del año pasado, de llenar la página con tópicos y declaraciones escogidas al azar, de no investigar cuántos colegios han cerrado por las nevadas, de utilizar el esquema de siempre.
Quizá una razón sea la apuntada en el vídeo de Reflexiones de Repronto: se incide en algo tan obvio como la nieve, para que el público confíe en que todo lo demás que se cuenta es igualmente veraz.


(Ilustración de cabecera de geralt, publicada en Pixabay bajo licencia CC-by. El vídeo de Reflexiones de Repronto esá protegido legalmente por Coloriuris y se reproduce con autorización del autor).

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