11 julio 2014

Así será la información dentro de seis años (según Le Figaro)

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Este mes de julio de 2014, el diario francés Le Figaro ha publicado en sus páginas de economía el cuadernillo monográfico "¿Cómo será el panorama mediático en 2020?" (descargable en francés); un estudio promovido por UDECAM, asociación de las principales agencias de medios de Francia, sobre el panorama de la comunicación dentro de seis años. Los autores señalan que no se ha buscado precedir el futuro, sino "identificar rupturas potenciales y, para ilustrarlas mejor, construir alrededor de ellas escenarios contrastados"; señalar las tendencias actuales y utilizar metodologías prospectivas para guiar a las empresas para dar sus próximos pasos.
El informe parte de una constatación poco dudosa: Los mass media han sufrido los efectos de la revolución digital antes que cualquier otro sector económico porque la información (en sentido amplio) es el corazón de la nueva economía y porque su servicio es de naturaleza inmaterial y se presta fácilmente a los cambios que ha traído la economía digital; así "internet no se ha convertido en un media complementario, sino en un metamedia que ha absorbido en su seno todos los existentes, sometiéndolos a sus reglas". Estas son las conclusiones específicas sobre los medios informativos, que parten con un rasgo de optimismo: "En 2020, la situación no es tan catastrófica como se podía creer algunos años antes".

Para Le Figaro, situándose en la próxima década, "el combate contra los agregadores de noticias se ganó y la prensa ha sabido preservar su identidad y afirmar su valor"; aunque también vaticina muertes, en particular los gratuitos en papel, ante el desarrollo del acceso por banda ancha en dispositivos móviles.
La clave de los supervivientes: "dar una información verificada, analizarla, ponerla en perspectiva, ilustrarla... todo en un continuo de servicio que va del 'en vivo' de las aplicaciones para móviles al artículo de fondo enriquecido con datos, gráficos, vídeos, referencias de toda clase y disponible en el sitio de internet". Pese a ello, la previsión es que la prensa en papel no desaparecerá, sino que se convertirá en una oferta "de lujo para una clientela particularmente educada".
En cuanto a la prensa regional, se apuesta por dos rasgos diferenciadores "se centra en lo hiperlocal y en ofrecer servicios de forma conjunta con las tiendas de proximidad".
La conclusión es que el valor de la prensa sigue siendo la de siempre "lo que ha cambiado radicalmente es la manera de ponerle música". Las redacciones descritas en 2020 "tratan indiferentemente todos los sistemas de difusión (móvil, tableta, internet, papel)". Además, han adquirido competencias nuevas, "particularmente en periodismo de datos y audiovisual. La escritura sigue siendo el modo de expresión dominante, pero la imagen -fija o animada- ocupa un lugar importante, tanto más cuando las cadenas de televisión han abandonado poco a poco la santa cita del informativo de la tarde". Y finalmente, "la relación con la audiencia, la animación de la comunidad se ha convertido en un componente esencial del oficio".
Las plantillas siguen siendo ajustadas y muchos periodistas trabajarán como "expertos externos pagados a la pieza", junto con colaboradores voluntarios expertos en su campo.
Sin embargo, el informe plantea que la mayoría de las publicaciones "luchan por encontrar el equilibrio financiero".
En esta mirada a la próxima década, el modelo de pago se da por impuesto, bien como freemium o con muros de pago, aunque se considera que los ingresos de peaje y publicidad no bastan para cubrir los gastos y existen tres posibilidades para garantizar la rentabilidad:
-Funcionar bajo el régimen de fundación y beneciciarse del apoyo de grandes mecenas como la publicación americana Propublica.
-Adosarse a un grupo de comunicación, las pérdidas de la rama de noticias se compensan con los beneficios de otras actividades.
-Equilibrar las cuentas de la rama de prensa con una oferta de servicios y una actividad de eventos bien remunerados, ligada al potencia de la marca del medio.
En esta previsión, los editores han dejado de recurrir a la publicidad redaccional tras haber comprobado la pérdida de credibilidad que ocasiona; aunque a la vez, "los anunciantes han continuado produciendo contenido de valor agregado en los medios de su propiedad, probando el modelo gratuito e intentando cada vez más competir con los consorcios y magacines".
Por último, se incide en que, como ya ocurre, la mayoría de los lectores llegan a las noticias por rutas indirectas, y no desde la página principal del medio: "El lector es menos sensible a la marca, pero más a la autoría y las recomendaciones proporcionadas por la red, siguiendo el modelo de Twitter". El público cada vez busca más la información que responde a sus intereses particulares, por lo que la explotación de sus datos y el desarrollo de los generadores automáticos de contenidos está haciendo surgir en este futuro próximo aparecer la competencia de nuevos medios, debido a que los clásicos no han trabajado el desarrollo de esta línea.

¿Será este el panorama? En la presentación de este informe, se recuerda que es futuro no está escrito ("hace dos años Whatsapp no existía todavía. Hoy vale 19 millardos de dólares"); pero al menos sí plantea cuestiones de reflexión y debate.

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