En un debate sobre comunicación y agricultura, el director de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada, Joaquín Capistrós, contó que estaba negociando con una delegación del Ministerio de Agricultura de China para exportar su producto y que en una de las reuniones el representante chino le confesó que él se dedicaba a temas pesqueros y que sí había sabido de la importancia de la producción forrajera de España fue porque a través de las redes sociales le llegó un reportaje publicado en el periódico regional Heraldo de Aragón y que hablaba de la importancia de las exportaciones a los países del golfo Pérsico, bajo el título (aproximado): "Alfalfa aragonesa para los camellos árabes".
Pero lo relevante de esta anécdota es que muestra tres ideas importantes para hacer comunicación corporativa efectiva.
Los medios tradicionales importan. La crisis de la prensa es de negocio, no de falta de público, y su carácter generalista le da un potencial de difusión y una capacidad de llegar a públicos no directamente conocedores que no se tiene en otros canales. Más aún, desde que, gracias a los nuevos medios y posibilidades técnicas cualquier comunicación es global; como también muestra este caso.
Es fundamental contar una historia interesante. La noticia del Heraldo podría haberse titulado "Aragón exportó X toneladas de alfalfa a Dubai". Muy correcto, pero mucho menos atractivo y con menos repercusión; no sólo entre los lectores, sino para que en el mismo periódico se dedique espacio al tema. Para presentar los datos como una historia que enganche al lector hay variadas técnicas, pero es un arte que requiere profesionales competentes. Como señaló en el mencionado debate la periodista Pepa Fernández, los encargados de comunicación necesitan "detectar qué interesa al público de cada medio".
Si quieres que algo se sepa, cuéntalo. Con su historia, Capistrós anunciaba que se iba a exportar a China; sin duda otra noticia del sector que tendría lugar en los medios. ¿Se había preocupado la asociación que preside de buscar difundirla? Fuera de las grandes empresas, todavía existe una importante despreocupación por las posibilidades de la comunicación. Y este es el momento más oportuno para apostar por la comunicación corporativa. No solo por las posibilidades de crear canales directos, sino porque la crisis de los medios, cada vez más cortos de personal y recursos, supone desde otra perspectiva, una oportunidad para que las empresas coloquen sus mensajes.
(Fotografía de Kate Ter Har, publicada en Flickr bajo licencia CC-by)
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