Hay una frase muy repetida cuando se habla de periodismo que siempre me ha parecido completamente falsa y que me ha sorprendido ver usada por profesionales de prestigio: que la objetividad no existe. Por eso ha sido un alivio volver a leer la misma afirmación a Jordi Evolé en esta noticia sobre su participación en las jornadas de periodismo de Castejón de Sos.
Ha sido un alivio porque las palabras completas del periodista fueron “Yo no creo en la objetividad, creo en la honestidad del periodismo. Está claro que yo tengo una ideología y sería absurdo ocultarlo, pero lo importante es contar lo que uno se encuentra, no contar lo que a uno le habría gustado encontrarse”. Y entonces puedo decir, Jordi lo llama honestidad, para mí eso es la objetividad.
En distintos post de este blog he defendido la objetividad en el periodismo. Por ejemplo, aquí, señalaba la incongruencia de que la ONG publicara un ebook con el título de Periodismo comprometido en el que tras titular una sección "La objetividad no existe" se asegurase esto: "Que el periodismo ha de estar cerca de la verdad, es otra de las conclusiones unánimes de los encuentros".
Solo si admitimos que hay una verdad que puede ser conocida y transmitida tiene sentido el periodismo, como algo distinto de la publicidad, la propaganda o la opinión personal. Y aunque es indudable que contar la noticia perfecta (con todos los detalles, aspectos, enfoque... que el público debería conocer) es imposible, Evolé pone el acento en el aspecto esencial para acercarse a este objetivo: la firme voluntad del periodista para contar " lo que uno se encuentra", al margen de la ideología propia.
Naturalmente, esta idea se puede concretar mucho más y hablar de la necesidad de confirmar lo que se encuentra o de situarlo en su contexto. Pero la frase del reportero, condensa perfectamente la idea de que el periodista debe poner procurar que su subjetividad no se imponga a los hechos. ¿No es eso la objetividad?
Parece interesante estudiar por qué la objetividad es una palabra con mala fama, pero bienvenida sea la defensa de la honestidad si nos lleva a la misma meta. Aunque, personalmente, me parece un término menos apropiado; aunque solo sea por lo que nos dice el diccionario de la Real Academia Española.
Objetividad se define como "cualidad de objetivo", y este adjetivo como "Perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir"; justo lo que decía Evolé. En cambio de honestidad, pasamos a honesto que es "decente", "pudoroso", "razonable" u "honrado"; si saltamos a honradez, nos encontramos con "rectitud de ánimo" o "integridad en el obrar"; y pasando a íntegro encontramos "dicho de una persona: Recta, proba, intachable"... Y el "contar lo que uno se encuentra" sigue sin aparecer.
(Fotografía de Shajankumar, publicada en Wikimedia bajo licencia CC-by)
